jueves, 11 de diciembre de 2008

“Amigo mío”. El Loco por Gibrán Jhalil Gibrán

Amigo mío, no soy lo q ves de mi. Lo que ves es nada mas que el vestido q me cubre, primorosamente tejido, y me preserva de tus preguntas y a ti de mi indiferencia.

El “yo” que existe en mi, amigo mío, habita en la casa del silencio, y estará siempre allí, inadvertido e inalcanzable.

No desearía que creyeras lo que te digo, ni que te fiaras de lo que hago, pues mis palabras no son más que tus propios pensamientos hechos sonidos, y mis obras son tus propias esperanzas concretadas en actos.

Así, cuando dices: “el viento sopla del este”, añado: “si, siempre viene del este”; pero entonces quiero ocultarte que mi mente no habita en el viento, sino en el mar.

Tú no puedes comprender mis pensamientos hijos de la mar, ni deseo que lo entiendas. Prefiero seguir solo en la mar.

Amigo mío, cuando para ti reina el día, es de noche para mi, pero yo no ceso de mencionarte la luz diurna que baña las cumbres, ni la bruma rojiza que se extiende por los valles; pues tu no puedes oír los cantos de mis tinieblas, ni puedes ver mis alas batirse contra las estrellas; no deseo que oigas ni veas lo que yace en mi. Deseo estar siempre solitario en las tinieblas.

Pero cuando tú asciendes a tu cielo, yo desciendo a mi infierno. Y entonces clamas por mí a través del abismo inaccesible que nos separa. “amigo! Camarada!”, y yo te respondo: “¡Amigo! ¡Camarada!”, pues no deseo que descubras mi infierno. Te deslumbrarían las llamas, y te asfixiaría el humo. Amo plenamente mi infierno, tanto como para no tolerar que lo visites. Quiero estar siempre en mi infierno.

Tu amas lo bello, lo bueno y lo justo, y yo, por agradarte, digo q coincido en esto contigo, y que esta bien amar estos valores. Pero en los mas profundo de mi corazón me burlo de tu amor por ellos. No obstante, no te demuestro mi risa y prefiero reír solo.

Amigo mío, eres bondadoso, prudente y con buen sentido, e inclusive eres perfecto. Y yo, por mi parte, cuando hablo contigo, lo hago con sensatez y prudencia, pero…estoy loco. Aunque escondo tras una mascara mi locura. Elijo ser loco a solas.

Amigo mío, no somos amigos. Pero, ¿qué puedo hacer para que lo entiendas? Nuestros caminos son distintos, pese a ello lo recorreremos juntos y cogidos d la mano.